miércoles, 22 de agosto de 2007

Cuerpo, mente y ansiedad


¿Conoces el papel del cuerpo en la ansiedad?, ¿Te has sentido ansioso sin razón aparente?, ¿Sabes como controlar la ansiedad?

Los seres humanos somos cuerpo y mente, sabemos muy bien que cuando logramos ciertos estados mentales podemos llevar a nuestro cuerpo a un mejor desempeño. Sin embargo, a veces se nos olvida que la regla también opera a la inversa: el estado de nuestro cuerpo también tiene -para bien o para mal- influencia sobre nuestra mente.

Esto puede parecer obvio en casos extremos, como cuando no podemos pensar correctamente por utilizar en nuestro cuerpo drogas o abusar del alcohol, pero casi nunca reparamos en que la acumulación de cosas más sutiles, también puede producir estas alteraciones.

Los descuidos frecuentes con nuestro cuerpo como no alimentarnos bien, mal dormir, no hacer ejercicio, el abuso de los estimulantes como el café, el tabaco o el azúcar, al igual que el exceso de trabajo, computadora o televisión, pueden llevar a nuestra mente a un estado alterado impidiéndonos funcionar correctamente.

Es por eso que muchas veces nos hemos llegado a sentir ansiosos, o nerviosos sin razón aparente, ya que cuando analizamos nuestro interior, encontramos que no hay razones - una presión, un evento o un pensamiento- que justifiquen la sensación. Todo es consecuencia de un cuerpo en mal estado que altera la mente, como un coche que no tiene bien sus niveles de aceite o agua y falla en consecuencia.

Este estado del cuerpo que contamina la mente, la podríamos denominar como “estado de ansiedad física”, y lo más peligroso es que suele crear círculos viciosos en la presencia y en la ausencia de la ansiedad emocional (la que se origina en nuestra mente como una reacción a cuestiones externas de tensión).

En la presencia de la ansiedad emocional, tendemos a descuidar nuestro cuerpo induciendo así, aún mayor ansiedad con nuestro cuerpo. Un ejemplo: cuando tenemos problemas amorosos dejamos de comer o lo hacemos en exceso, dormimos poco y abusamos del alcohol y el cigarro, profundizando el malestar y creando un círculo vicioso. Por otro lado, si no existe ansiedad emocional, cuando experimentamos ansiedad física y no sabemos que es causa del maltrato al cuerpo, tendemos a preocuparnos porque no identificamos la causa de la ansiedad, lo que genera otro círculo vicioso de sentirse ansioso por sentirse ansioso.

Es por esto que es muy importante conocer bien nuestro cuerpo e identificar qué acciones nos pueden llevar a ponernos ansiosos “físicamente” y evitarlas a toda costa para que nuestra mente funcione correctamente y nos permita, aún en la presión y la ansiedad, recuperarnos pronto, precisamente porque en esos momentos es de vital importancia contar con nosotros mismos.

Al lograr esta consciencia, podemos ser capaces de evitar estos círculos viciosos; y no sólo eso, también utilizar nuestro cuerpo para reducir la ansiedad emocional a través de la relajación, el ejercicio, la respiración y el bienestar físico.

Recuerda que si bien somos cuerpo y mente, no están separados, y el equilibrio y bienestar en ambos es vital para controlar la ansiedad y gozar de un mayor bienestar.

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